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Gianluca Bacci
Gianluca Bacci
Tomada de Instagram: @GianlucaBacci

Ser basquetbolista en Colombia: así es la vida de un jugador profesional

En medio de un calendario apretado, uno de los jugadores de Titanes nos contó cómo es su vida en torno a este deporte.

Administrador y basquetbolista profesional, Gianluca Bacci Vitola, jugador de Titanes de Barranquilla, le contó a Antena 2 cómo es la vida de un profesional de la disciplina deportiva en Colombia. Oriundo de Barranquilla, Bacci llegó a Bogotá para vivir algunos años y dar el salto al profesionalismo, tras lo cual volvió a Barranquilla para hacer parte de Titanes con el que actualmente es el líder de la Liga en recuperaciones.   

Bacci es uno de los pocos privilegiados que puede compartir su pasión por el baloncesto con el trabajo, que le da una licencia durante los meses que se disputa la liga y le permite hacer parte del actual líder en Colombia y aunque reconoce que él practica el deporte por placer, también reconoce la desorganización en la que están involucrados la gran cantidad de basquetbolistas del país, a causa de una liga que, en muchos casos, no brinda un apoyo externo a jugadores de gran futuro y que a partir del deporte podrían llegar mucho más lejos.  

¿Cómo se inició en el basquetbol?

Desde que nací, recuerdo que tuve un balón de baloncesto en las manos. Mi papá fue jugador de básquet y en mi familia somos amantes del deporte en general y del baloncesto en particular. Así que desde que lo recuerdo he jugado, a los 10 años integré la primera Selección Atlántico en un equipo de mini baloncesto, fue ahí cuando empezó mi recorrido en diferentes clubes y selecciones.

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¿En qué momento decide ser profesional?

Más que una elección esto fue algo que se dio de manera natural pues siempre estuve relacionado con este deporte y siempre lo alterné con mis estudios en administración y mi trabajo.  

En 2008 me trasladé a Bogotá por una beca que me ofrecieron allá y, en el segundo semestre del año, se me dio la posibilidad de jugar con Piratas. En ese momento, alternaba mi estudio con las prácticas y los partidos del torneo; así fue como, de a poco, me fui involucrando más con la disciplina y el mundo del baloncesto a nivel profesional, tanto así que durante 2013 y 2014 me dediqué enteramente a jugar.  

¿Es difícil la vida de un jugador de básquet en Colombia desde lo salarial y las condiciones laborales?

Sí, es muy complicado. El baloncesto no tiene una estructura que le permita a los jugadores vivir de esto, así que a todos nos toca buscar la manera de alternar esta disciplina con alguna otra forma de generar ingresos.  

El torneo, que dice ser profesional, dura dos o tres meses como máximo y el resto del año, a aquellos que solo practican el deporte, les toca buscar dónde jugar, encontrar torneos amateurs para participar o, si son buenos, conseguir algún contrato por fuera en ligas realmente pequeñas.

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¿Cuál ha sido su trayectoria en el basquetbol colombiano?

Comencé en Barranquilla jugando con Selecciones Atlántico con las que participé en diferentes categorías: infantil, junior y juvenil. Después me fui para Bogotá, donde jugué con el equipo de la ciudad en torneos nacionales de las categorías Sub 23 y mayores. En 2008 comienzo con el básquet profesional, jugué con Piratas por tres temporadas, cuatro temporadas más con Guerreros y ahora aquí, en Barranquilla, con Titanes.

Adicionalmente, integré varias Selecciones Colombia en categorías Sub 16 y Sub 18, tras lo cual pasé a mayores, en donde estuve desde 2008 a 2014.

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Gianluca Bacci
Gianluca Bacci, de Titanes de Barranquilla.
Tomada de Instagram: @Titanes_baq

¿Cómo es la estructura de los equipos de baloncesto en Colombia?

Yo tengo la fortuna de pertenecer a una organización nueva. El equipo de Titanes es una organización excepcional en comparación con la mayoría de las organizaciones del basquetbol colombiano.  

Es un equipo organizado, que ha logrado gestionar recursos por medio de patrocinadores, lo cual es algo que la mayoría de los otros equipos no tienen y que nos da una ventaja, pues para nadie es un secreto que sin recursos no se puede trabajar.  

La mayoría de los equipos en Colombia no cuentan con un músculo financiero y eso hace que les toque trabajar con las uñas, algo que se ve reflejado en la manera en la que funcionan. Yo, principalmente, estoy muy contento de pertenecer a Titanes y, anteriormente, a las organizaciones a las que he pertenecido, pues todas son organizaciones serias. Sin embargo, hay equipos en el país que todavía tienen mucho que mejorar, si dicen ser clubes profesionales.

Actualmente, ¿cómo se reparte para trabajar y entrenar?

Es difícil, toca hacer un sacrificio grande, pero en Barranquilla se me facilitan las cosas por varias razones. En primer lugar, los desplazamientos son cortos desde mi sitio de trabajo hasta el sitio de entrenamiento y al lugar en el que vivo, por lo que tengo una ventaja en ese sentido.  

Adicional a esto, mi empresa me da flexibilidad en el trabajo, por lo que puedo hacer ambas cosas, aunque no es fácil. Sin embargo, para mí, el baloncesto es un placer, así que hago el sacrificio con mucha alegría.

¿Se puede vivir del básquet en Colombia?

Vivir, se puede. Hay quienes viven del baloncesto, pero, realmente, las condiciones no son para nada buenas.  

Yo, afortunadamente, tengo mi carrera profesional, así que trabajo y alterno las dos cosas.

¿Cómo afectó a la Liga y a los jugadores el cambio de calendarios y patrocinios?

Aquí en Colombia ya uno está acostumbrado a todo este tipo de cambios de última hora y, con todo respeto, a la improvisación, a una informalidad. Eso hace parte del básquet en Colombia y cuando viene una persona de afuera y ve todo este tipo de cosas, se le hace increíble que pasen, pero aquí a uno no lo asombra nada.    

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¿Qué cree que le falta a Colombia para ser potencia en la región? (Brasil o Argentina, por ejemplo)  

Nos falta muchísimo para estar a la altura de las potencias de la región. En ese sentido hay que hacer un cambio en todos los aspectos: la mentalidad de los jugadores, de los dirigentes, de los entrenadores... En general todos debemos trabajar muchísimo para fortalecer una estructura sólida y con una visión y objetivos claros, conscientes de que los resultados no se obtienen de la noche a la mañana; lo importante es comenzar, algo que aún no hemos hecho.

¿Cómo son los itinerarios y los desplazamientos entre partido y partido?

Es un torneo corto e intenso. La fase regular son 24 partidos en poco menos de dos meses que se organizan de la siguiente manera: cuatro partidos a la semana que se distribuyen en viernes, sábado y martes, miércoles, a lo que se deben sumar los desplazamientos de una ciudad a otra, factor que suma un desgaste importante.  

Casos como el del equipo del Valle que juega en Buenaventura y que obliga a que el traslado de Cali hasta allá se haga de manera terrestre, también obligan, en caso de juego a los dos días, a que el regreso sea casi instantáneo para tomar un avión hasta la siguiente ciudad. Todo esto hace que la situación sea desgastante.  

Sin embargo, la misma intensidad del certamen lo hacen particular y entretenido. 

Fuente
Antena 2

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